Hoy fue un día, un tanto extraño, ya se los explicaré mas adelante. Como sabrán tengo odontopediatría de 8 de la mañana hasta las 12 del medio día y la doctora se empeña en decirme lo mal que lo hago, no deja de tener razón pero es fácil decirlo si es que ya has hecho lo mismo durante 10 o 15 años, mantener esa presión constante según dicen la Dra. refuerza la manera como debe trabajar el dentista, mis pacientes son dos: el hijo de la auxiliar de mi mamá que es profesora de inicial y mi primo que está viviendo con nosotros desde hace 1 año, todo iba de lo más normal yo llegué con una amiga que vive muy cerca de mi casa a la facultad, saqué mis materiales guardados en el casillero que me apropié indebidamente en el segundo piso de la clínica, hice lo mismo con la historia, esperando a que llegaran mis pacientes que los trae mi otra prima, pues ya sabrán que los pacientes deben venir con una persona adulta y no con nosotros que somos unos sucios irresponsables, resulta que llegaron con 10 minutos de retraso, saludé a mis pacientes y sentí un olorcillo desagradable hasta que me dieron la ingrata noticia que mi paciente el primero todavía habia vomitado todo su rico desayuno ensuciandose el pantalón.... continuará
sábado, 27 de mayo de 2006
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