lunes, 6 de abril de 2009

A la Cárcel



El juicio al ex presidente languidece y llega a término, acompañado de una triste comparsa que obsecuente y resignada grita su nombre, con la convicción asolapada de una derrota. Los vencidos empiezan a enturbiar el proceso para tejer la coartada que servirá de plataforma a su obcecación mimetizada con estupidez y los fujimontesinistas retienen con firmeza en los labios el grito de “persecución” hasta el día en que el martillo de San Martín retumbe en la sala enrostrándole los años que la justicia le impone por los crímenes de su gobierno.

En su alegato final y defensa personal, Fujimori y su insolencia rumiaron nuevamente, eyectando basura de su palpitante desfachatez y golpeando duro en la dignidad de sus víctimas. “Me dolió en el alma los crímenes de la cantuta …” dijo. Pero su alma era Montesinos y Montesinos era él.

Hizo un recuento romántico de su gobierno y los aciertos que desde luego en él hubo, pero esto es absolutamente intrascendente cuando de sangre inocente se trata. Es la clásica dictadura moderna, que esconde bajo sus buenas obras, los más viles y perversos actos, como de hecho ocurrió.

La sentencia de mañana martes, no sólo condenara a Fujimori, sino que trascenderá sus celdas, pues será un estupendo precedente y reivindicación a los vapuleados derechos humanos que constituyeron un estorbo en la década de la dictadura. También será un duro golpe para aquellos politicastros que con conocimiento de causa pusieron a disposición sus servicios a aquel nefasto régimen de gobierno.

El fujimorismo sin Fujimori, por inercia morirá. Este partido no ha sido capaz de sostenerse por si sólo con ideologías propias, ni correligionarios maduros, que sólo integran sus filas más por agradecimiento que por convicción. Siempre han necesitado la imagen del japonés como razón de ser, viviendo del pasado y renegando del presente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena CAHUANA, el segundo en ir a la carcel es loco Alan y todos sus ministro rateros.