Cuando uno observa la diligencia de la policía al capturar en tiempo record a los asaltantes del chef más famoso del país, encontrar en cuestión de días al asesino de Alicia Delgado y Marco Antonio, o capturar a los que atacaron a la fiscal con el objetivo de robar su camioneta, uno simplemente se reconforta y ve reforzado su sentimiento de seguridad y beneplácito hacia una policía eficiente por resolver casos; sin embargo, esta loable eficacia ¿es siempre así? no lo creo, ya que los hechos delictivos que generan prensa y desencadenan una atención mediática, son por lo general los que se resuelven con una presteza inmediata y la justicia llega, y lo hace muy rápido, como debe ser, pero este empuje que le da la policía a ciertos casos debería proyectarse también hacia el ciudadano común, que en mucho de los casos nunca encuentra justicia por desidia de los efectivos del orden a quienes que en frase coloquial hay que "Pagarle la gaseosita" o "ponerle gasolina a la patrulla" para que recién allí el uniformado se movilice para realizar su trabajo. Bien por Gastón Acurio, le encontraron sus rateros.
miércoles, 29 de julio de 2009
Justicia, pero para Todos
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