sábado, 9 de junio de 2007

Clinica I, viscisitudes de un neofito

seguramente a alguno de ustedes les ha ocurrido lo que a mi, relacionar un hecho ocurrido con algún sonido o música específica, así pues como experiencia individual puedo contar que la canción "y yo sé que tal vez tu nunca escuches mi canción no se....." del promocionado grupo bacilos de colombia (dicho sea de paso con una amenaza incumplida de disolución) me trae a la mente inmediatamente los años aciagos del primer ciclo, siendo más meticuloso el curso de biomateriales, ¿el porque? no tengo la remota idea, pues bien era en esos antaños años que veía con admiración, algo de envidia y magnificencia a la gente que con su uniforme de colores morado, beige, turquesa se desplazaba por la clínica o Badajoz, me preguntaba ¿cuando será el día en que deje ese mandilón blanco para vestir así ? . Hoy con ya casi 5 meses de Azul marino puedo decir que el deleznable y trivial deseo de portar el uniforme satisfizo con creces la espera.
Trabajar en maquetas, si bien en cierto te proporciona los conocimientos empíricos básicos del acto odontológico no muestra la real dimensión que conlleva tratar con el paciente en sí, tu maqueta no te contesta cuando le preguntas ¿Duele?, no te frunce el ceño cuando demoras demasiado en hacer una simple curación clase I, no pega un grito cuando por descuidos deslizas la pieza de mano activada sobre su carrillo; no se inmuta ante la luz encendida dirigida directamente sobre los ojos mientras tu vas a tomarte un café. Hoy a 4 meses de haber ingresado a clínica puedo decir que quiero más esta carrera que cuando la veía de lejos (Badajoz), hubo momentos infaustos en que me arrepentí de haber elegido esta profesión, que me sentía aburrido y sin una perspectiva clara de lo que estaba estudiando, simplemente lo hacía por rutina, pero esto afortunadamente forma parte ya de un mal pasado. Clínica I me abrió lo ojos y despertó de forma natural la pericia que aún no brotaba hasta entonces. Soy consciente que aún queda mucho por aprender, que practicar, que malograr, pero ya espero o busco todo esto con otra visión, la trillada frase "Sólo sé que nada sé" puede resumir en algo mi condición.

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