El sábado pasado saliendo de clínica con mi hermano abordamos una coaster frente a la clínica de la universidad, no había asientos disponibles para poder sentarnos así que tuvimos que cogernos fuerte del pasamanos, es en ese momento que una señora rechoncha con chompa de lana, cabello pintado, lentes dorados y bolso en mano se encontraba sentada en el asiento próximo al cobrador. gimió un grito furibundo diciendo: oye sierra la puerta pues....... dirigiéndose al cobrador,... está que entra viento con tanto frío que hace .... continuó. Menciono este ejemplo como uno de los tantos que por infortunio he podido notar, o las veces en que con un desparpajo único, personas si es que se le puede llamar así, abren las lunas de las combis para arrojar por allí cuan basura tengan en mano, así pues encontramos desde botellas, pasando por la caña dulce masticada, cáscara de mandarina, envoltura de chizitos y otras porquerías. Yendo mas allá encontra
mos a los cochinos de combi, empezando por el chofer cuyo fenotipo es ya característico y establecido (oe avanza pe cuñao, tiiii tiiiiiii, mientras pasea un mondadientes por los labios y sacándoce algunos pelos de la barbilla juntando dos monedas improvisando ingeniosamente una pinza) , seguidamente el cobrador de combi cuyo verbo es tan florido como la cafeteria de la universidad; pasemos ahora a los pasajeros donde las peculiaridades son allí sí más heterogéneas, son pocas las personas que puedan decir no haber viajado nunca en una combi, si es que existen aún bien por ellos, tenemos pues desde amas de casa llevando al niño a la posta, universitarios mechandose con el cobrador por el medio pasaje, escolares con mochilas enormes, tratar de explicar o mencionar los anécdotas de las riñas entre cobrador vs pasajero merece un blog aparte, estoy aconsiderando seriamente la posibilidad de hacerlo, mientras tanto el tan bapuleado ecosistema chofer-pasajero-cobrador seguirá interactuando por mucho tiempo, así que tendremos que acostumbrarnos mientras mejore la calidad de transporte público o esperar a que las combis se destartalen solas ya que su importación está hoy en día suspendida.
mos a los cochinos de combi, empezando por el chofer cuyo fenotipo es ya característico y establecido (oe avanza pe cuñao, tiiii tiiiiiii, mientras pasea un mondadientes por los labios y sacándoce algunos pelos de la barbilla juntando dos monedas improvisando ingeniosamente una pinza) , seguidamente el cobrador de combi cuyo verbo es tan florido como la cafeteria de la universidad; pasemos ahora a los pasajeros donde las peculiaridades son allí sí más heterogéneas, son pocas las personas que puedan decir no haber viajado nunca en una combi, si es que existen aún bien por ellos, tenemos pues desde amas de casa llevando al niño a la posta, universitarios mechandose con el cobrador por el medio pasaje, escolares con mochilas enormes, tratar de explicar o mencionar los anécdotas de las riñas entre cobrador vs pasajero merece un blog aparte, estoy aconsiderando seriamente la posibilidad de hacerlo, mientras tanto el tan bapuleado ecosistema chofer-pasajero-cobrador seguirá interactuando por mucho tiempo, así que tendremos que acostumbrarnos mientras mejore la calidad de transporte público o esperar a que las combis se destartalen solas ya que su importación está hoy en día suspendida. 
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