"Pero dáme acá la mano y atiéntame con el dedo y mira bien cuántos dientes y muelas me faltan deste lado derecho, de la quijada alta, que allí siento el dolor. Metió Sancho los dedos y, estándole tentando, le dijo: —¿Cuántas muelas solía vuestra merced tener en esta parte? —Cuatro —respondió don Quijote—, fuera de la cordal, todas enteras y muy sanas. —Mire vuestra merced bien lo que dice, señor — respondió Sancho. —Digo cuatro, si no eran cinco —respondió don Quijote—, porque en toda mi vida me han sacado diente ni muela de la boca, no se me ha caído ni comido de neguijón ni de reuma alguna. —Pues en esta parte de abajo —dijo Sancho— no tiene vuestra merced más de dos muelas y media; y en la de arriba, ni media, ni ninguna, que toda está rasa como la palma de la mano. —¡Sin ventura yo! —dijo don Quijote, oyendo las tristes nuevas que su escudero le daba—, que más quisiera que me hubieran derribado un brazo, como no fuera el de la espada. Porque te hago saber, Sancho, que la boca sin muelas es como molino sin piedra, y en mucho más se ha de estimar un diente que un diamante.”
Miguel de Cervantes Saavedra
El ingenioso hidalgo
Don Quijote de la Mancha
1 comentario:
Lo leí cuando era un adolescente de 12 años me causo gracia. EL neguijón el gusano come dientes jejejjeje deberías leer ese libro de IWasaki "El NEguijon"
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