viernes, 12 de setiembre de 2008

El Perú - Argentina , 15 segundos peruanos

Y Mezi el pequeño gigante de los comerciales millonarios observaba descender el balón desde lo alto, mientras buscaba un espacio por donde emprender el ataque, ni bien sintió el esférico sobre la planta del pie hizo recurso de su extraordinaria velocidad para burlar al peruano que delante de el desesperado y cansado veía consumirse los segundos, intentó, pero sólo eso hizo, Zambrano lo siguió muy de cerca, sintiendo su respiración muy fuerte y decidido a estorbar el paso, El argentino que aún mantenía el balón entre las piernas supo que por allí no pasaría y decidió retroceder para despojarse de la bola, pero por detrás como cazador esperando el error, Vargas, incapaz de aceptar el resultado adverso e injusto, envalentonado esperó y esperó hasta que sobre su pecho la redonda hizo impacto y la franja roja le impregnó su peruanidad y a partir de entonces la bola fue inca, se dirigía por fuera de la línea del campo, pero el cazador elevó la pierna y le dijo este es el momento, no te vayas, aún no he terminado, aún hay tiempo, la bola cayó cayó hacia el césped a la vez que alzaba la vista buscando a otro de los suyos, cuando ubicó a Rengifo no dudó en entregarle lo que sería una bomba, mientras esto sucedía, en las tribunas sobre las gradas a paso lento y con la cabeza gacha varias filas se formaban y poco a poco abandonaban el monumental, pero el pito aún no sonaba, no sonaba y aún se iban, enterrando vivos a los suyos. Y Rengifo la tuvo impregnándole una vez más del sentir rojo y blanco, dándole la espalda a un argentino que intentaba hurtar lo suyo, vió entonces a Vargas, que venía hacia él y supo de inmediato que hacer, la tuvo nuevamente Vargas y el reloj que no sabe de justicias seguía su curso, pero el loco presionó los puños tomó una fuerte bocanada de aire e inclino su cuerpo hacia adelante, no tenía control sobre sus piernas pues ya estaba sumamente extenuado pero el latido fuerte sobre sus venas y el oír del bombo tenue de una hinchada hicieron que el corazón tomara posesión del cuerpo maltrecho dándole lo que este tiene ,energía de campeón, cada paso decidido se introducía fuerte sobre el césped y él solamente sabía que tendría que correr, a su lado derecho muy de cerca un rival lo seguía, dispuesto a quitarle el balón, pero el loco sólo corría despejando con la mano su estorbo y el corazón siguió proveyendo de energía lo que hizo dejar atrás a Bataglia, entonces el loquito alzó la vista y vio a Fano, sí, lo vio, era la oportunidad, la última, el bullicio del estadio comenzaba a incrementarse y muchos lentamente empezaban a ponerse de pie mientras seguían el partido boquiabiertos, en los hogares de millones de peruanos comenzaban a acercar el rostro a la tv. Vargas pateo , y la pelota despegó del piso abandonando sus piernas, comenzaba a elevarse, tan hermosa y bella giraba mientras ascendía y todos no hicieron más que esperar el desenlace de esta última jugada, cuando empezó el descenso dando pequeños saltos un fano corajudo se tiro sobre el verde esperando el impacto que en cualquier momento llegaría, y en efecto el balón tocó su pierna y ambos comenzaban a dirigirse a las redes, hasta que la pelota por si sola seguía el camino,y traspasó la blanca línea, no se escucho el pito de gol, pues el Perú estalló con un júbilo tan grande que ensordeció al rival, tan intenso que llegó hasta la patagonia, y tan peruano que hizo latir corazones y desgarrar gargantas, fueron segundos inolvidables que abrieron la exclusa del alma, fueron 15 segundos peruanos.

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