Cuando por primera vez vi el comercial televisivo del Comercio, publicitando su nuevo coleccionable "Come saludable", estaba con el Nano, mi hermano y le dije: ¿A qué imbécil se le ocurrió hacer eso?, y me respondió: Tampoco es para tanto.
Mas el sinsabor que me generó el execrable comercial prejuicioso del decano de la prensa nacional fue compartido y denunciado oportunamente por agrupaciones afroperuanas que velan por el irrestricto respeto a las elementales leyes humanas y morales. Torcer el brazo del Comercio de por sí ya es una victoria contra el estigma racista que ha significado un lastre en el desarrollo de la sociedad peruana y que peor aún, se ve reflejada en medios supuestamente serios como lo era El Comercio, quién ha tratado de deslindar responsabilidades mediante un comunicado, lamentando los hechos y ofreciendo disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos.
Serán muchos los argumentos que tratarán de tildar de extremistas las posiciones conservadoras que sobre temas tan delicados se hacen; sin embargo, en situaciones que involucran actitudes infra humanas, el radicalismo bien justificado está. Razguémonos las vestiduras.
Hablando de prejuicios, Aquí una tarea para los lectores:
martes, 1 de diciembre de 2009
Una Patinada de El Comercio
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