Hoy tengo el alma herida, sangrante, magullada por las circunstancias, revolcada en un pedregal filudo, respiro jadeante y cortado , aquella persona por la cual entregaba la vida no está más, se ha ido tan fácil, tan simple, tan rápido en unos minutos se esfumó lo que en dos años intenté guardar en mi, por todos los medios intenté gritarle soy yo pero ella pareció no entenderlo, dime que hago si su carencia me golpea con tal intensidad que satura las cosas más elementales, me agobia los recuerdos incumplidos sin embargo hay rezagos de la felicidad que un día pude imaginar, están allí dispersas en trozos, pero bellas me invitan a cogerlas, como un niño que observa impávido las piezas rotas de su juguete, o como la fábula de los cántaros de leche, así me siento yo, pude haberlo tenido todo pero sólo me queda esto que sujeta mi garganta y parece no ceder. No puedo estar sin ti, no puedo.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Sin comentarios. El texto es muy íntimo en el sentido personal
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