Mientras nos escandalizamos por los nuevos casos de contagio del virus AH1N1 aparecidos en un estudiante del colegio Altair de la Molina proveniente de un viaje de promoción al Caribe y la atención mediática se centra en este virus de cuya letalidad ya hablamos; a miles de kilómetros, específicamente en los caseríos y zonas rurales del departamento de Puno, 27 niños han muerto hasta el momento a raíz de las “heladas” que azotan a la población en estos meses, es increíble escuchar por la radio al presidente del colegio médico regional de Puno informar acerca de la falta de personal médico en estas zonas, en donde la pobreza es brutal e insultante, sumado esto a la desidia del estado , quien al parecer perdió la perspectiva y está más ocupado en tareas menos urgentes como confirmar casos de este maldito virus. Hay que añadir también, que muchos de estos pequeños corren el riesgo de no ser atendidos oportunamente en entidades de salud del estado, pues no cuentan con el SIS, ni con otras coberturas que el gobierno brinda a la población urbana, como lo dejo a entrever el médico anteriormente referido. Es sabido que la desnutrición campea en estas zonas altoandinas, donde la preocupación del día no es un virus AH1N1 sino el alimento que llevarán a su mesa. Es momento de replantear prioridades en un contexto lleno de peliculina .
miércoles, 20 de mayo de 2009
Dos Caras de la Moneda
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