Aunque tenía indicios del arduo trabajo que significa realizar una tesis, no creí que fuese tan complicado; pende sobre mi el antecedente y fracaso de un proyecto frustrado que me ha llevado a estas horas de la noche a un colapso físico y mental. Son varios días de estar sentado frente a una laptop, leyendo artículos y revisando libros, durmiendo pasada las 2 de la mañana con varias tasas de café a mi diestra, analizando cada palabra que sobre el teclado escribo pues he sucumbido a la maldita manía del perfeccionismo, el que me ha llevado sin exagerar a escribir dos líneas por hora.
Me rehúso a la idea de dar un examen de titulación, no lo quiero, ni lo espero. Siempre soñé con el día en estar frente un inquisidor jurado, dispuestos a despedazarme con sus preguntas y yo armado con el yelmo de lo que sé. No uso a la tesis como un instrumento para llegar al título, la necesito para trascender.
domingo, 31 de mayo de 2009
El Arte de la Tesis
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2 comentarios:
Tienes un concepto vacuo de lo que representa la tesis.
Se supone que la tesis tiene que ser producto de tu investigación, de tus propuestas factibles, novedosas y propias de cara a tu área profesional. En tu caso, odontología, podrías comenzar en pedir el apoyo de tu universidad, de los catedráticos hablando, claro está, de financiamiento y asesoramiento.
Ahí es cuando te darás cuenta si tu universidad te ha servido para algo. Se supone que ella debe darte el apoyo para desarrollar descubrimientos en tu área previamente desconocidos.
A ver, a ver J.D. Castro... una cosa no tiene nada que ver con la otra.
Para preparar el marco teórico necesario para la tesis hay que leer, y mucho.
Referencia bibliográfica que le llaman.
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