Nuevo Hospital en San Borja y las Miserias Vecinales.

Aberrante y vomitivo resultó la nueva perla de las ostras más grandes representadas en el municipio de San Borja y algunos petulantes vecinos venidos a menos quienes rozando con la huachafada de creerse habitantes de una zona exclusiva se oponen a la construcción de otra sede del Hospital del Niño, ubicada entre la avenida Rosa Toro y Javier Prado.
Las mezquindades y podredumbres de cierto sector acostumbrado a mirar por sobre el hombro a la población menos favorecida no han tardado en pegar el grito al cielo al enterarse de la pronta construcción del Hospital del Niño que beneficiará a un grueso sector de la zona sur de la capital. Aduciendo que el lugar se convertirá en un foco de delincuencia y proliferación de la venta ambulatoria, los vecinos has organizado plantones para intentar suspender la inminente obra que sin duda alguna repercutirá en beneficio de las personas de bajos recursos, las cuales realizan largos viajes para ser atendidos en el hospital de Pueblo libre. Tal parece que la prosperidad rebosante en materia económica del país no ha ido de la mano con la madurez de una sociedad injusta y cruel que desde la cuna se forja como un ente mezquino que antepone los intereses propios por los del bien común. Bien dicen que el peor enemigo de un peruano es otro peruano. No ha de extrañar que aquellos indigentes morales que se oponen a la construcción del Hospital del Niño con un ruin argumento, mañana se estén beneficiando con el alquiler de sus predios a las grandes cadenas de farmacias. Recién allí se tragarán sus pancartas y estúpidos chillidos para extender la mano, no de solidaridad sino de interés. Desde este espacio apoyamos la iniciativa de la construcción la sede del Hospital del Niño en San Borja, y si algunos intentan obstaculizar las obras pues levantenlos en vilo, ya que personas como esas no necesitamos en el país.