En Octubre Todos son Santos

¡Ya se acerca! , ¡ya se acerca!, grita Cirila ,la vecina de la esquina, mientras mira entusiasmada desde la otra cuadra el venir pausado de la multitud ferviente, en tanto que los perros están como locos ladrando a más no poder por los cohetones que retumban en los cielos haciendo vibrar las calaminas de lata exacerbando aún más los ladridos, el vecino de la izquierda como cada año espera los últimos minutos para junto con su hijo desplegar filas y filas de cadenetas moradas que cruzan el pavimento, a un costado su esposa persigue a los globos que por la fuerza del viento fueron llevados varios metros más lejos, sobre una enorme e impecable alfombra de flores, cuyo diseño y elaboración costó varias horas de trabajo, para que paradójicamente esté destinado a echarse a perder por las suelas de la procesión, la rivalidad es evidente y en el ambiente se puede sentir las miradas punzantes de los vecinos que han hecho de esta fecha un concurso de jirones y avenidas por quién le brinda al señor de los milagros el mejor recibimiento, es así que no se escatima en gastos a la hora de los globos, flores y picapica , la más zalamera de las vecinas traslada su sala a la calle, colocando una mesa justo al frente de su puerta con un mantel blanco impecable y varios arreglos de flores que después intercambiará con los del anda , un cuadro del Señor de los Milagros con marcos de pan de oro también es parte de la ornamenta, las más entusiastas, osadas y tecnológicas incluso forman un arco de globos blanco y morados sobre el umbral de sus puertas y sobre dos sillas colocan los parlantes de su equipo stereo en donde se puede escuchar : la música del señor de los milagros. La señal de que ya están cerca es el melancólico sonido de la banda de música que se oye cada vez más fuerte, parte de la multitud se hace visible por una esquina y un olor desagradableque se impregna en el ambiente, lo que significa que las zahumadoras no tardan en pasar.
Una intimidante imagen ya está al frente de mi cuadra rodeada de un cada vez decreciente número de fervientes en comparación al año pasado, casi todos los arreglos cubren la imagen del Señor de los Milagros y hay que agudizar bien la vista para distinguirlo, al son de una campanilla todos los cargadores se detienen y con un vaivén gracioso se posicionan frente a la casa de una de las vecinas que dirige un discurso el cual no llego a escuchar, el silencio y reverencia que en el ambiente se vive, contrasta con los vendedores de dulces de algodón, turrones de a sol y manzanas acarameladas que también acompañan más que a la procesión, a los clientes. Desde mi segundo piso junto a mi hermano podemos distinguir a algunos feligreses con sus hábitos morados cuyas reputaciones están más que cuestionadas, pero vamos, es octubre todos son buenos me dice el nano, ja ja ja nos echamos a reír, intentando distinguir a los borrachines, pegalones y sacavueltero(a)s que vimos también en la multitud el año pasado, año en el que descubrimos por casualidad en una bodega luego de terminada la procesión a un grupo de cargadores libando licor muy orondos y campantes. ¿cómo no tenía una cámara de fotos en ese momento?. Mi casa es la aguafiestas de la cuadra, porque no hay alfombra, cadeneta, globo ni morado que la adorne, respetamos las costumbres ajenas, pero no la compartimos, no somos Cato"LITOS" como dice el nano.