Entre el límite de Pachacamac con Villa María del Triunfo la amenaza gris parece haber perdido la batalla, enormes alfombras verdes cubren los cerros de esta parte de la capital que evocan a la más hermosa de las maravillas del mundo, Macchu Picchu, la entrada oficial es por Pachacamac, desde la antigua panamericana sur viramos a la izquierda donde múltiples restaurantes campestres sin abrumadores jaladores brindan al viajero un festín digno de reyes, si me permiten recomendar algunos podría mencionar La Ponderosa o La Ramadita, en este último los platos no bajan de treinta soles y se ha convertido en el point de la farándula limeña ya que es un lugar caleta, bonito y con exquisitos potajes. Adentrándonos aún más llegamos hasta la Quebrada verde donde debemos cruzar el río Lurin sobre un puente recién inaugurado, llegamos luego a Pica piedra un pueblito con casas muy antiguas y pequeñas, allí preguntamos a los moradores por el ingreso a las Lomas de Lucumo.
Aunque nunca ingresé por la puerta, sino por la ventana como me dijo algún día algún malhumorado guardaparque, las Lomas de Lucumo son el reflejo vivo que la naturaleza se resiste a perecer ante el arrollante avanzar de la población humana. Si hay algo que caracteriza a los limeños es que nunca estamos conforme con el clima, el verano es muy caliente y en invierno es frio y húmedo, pero es este último que ha permitido que las Lomas de Atocongo se conviertan en lo que hoy es, María Rostworowski decía que “las lomas de Atocongo (lucumo) eran las que contaba con mayor humedad en la costa central” y en efecto Agosto y setiembre son los meses en el que las Lomas muestran el esplendor y magia que en ella habita como la legendaria Flor de Amancaes que ha encontrado en este lugar su última morada o los zorrillos y aves foráneas.
Como mencioné anteriormente en este relato, nunca ingresé por la puerta, sino por la ventana y esto es el lado oeste de la Lomas, específicamente por el distrito de Villa María del Triunfo, trepando el cerco construido por la fábrica cementos Lima en su afán de lograr el ansiado ISO 9001 de protección ambiental, que de ninguna manera ha respetado pues cada vez sus desperdicios son arrojados en camionadas ganando terreno a la vulnerable naturaleza, el hecho es que aprovechando el feriado nos embarcamos con 30 chicos del proyecto 421 de Compassion, supuestamente para el concurso de cometas, un empinado cerro tan verde como resbaloso cobró varios traseros moreteados al inicio de la travesía, el ascenso pausado tardó cerca de una hora incluyendo varias caídas, raspones, magulladuras y casi todas las cometas rotas, como es costumbre el famoso trio conformado por quien escribe, el nano y el nero estabamos a la cabeza del grupo con toda la carga a cuestas y sumamente extenuados, con las pocas energías que aún quedaban intentamos prender el carbón para terminar de asar nuestro pollo que había quedado medio crudo en casa, por poco y no llegamos a encenderlo, pues se había hecho reacio a todos nuestros esfuerzos, pero luego de 40 minutos un crujido satisfactorio indicó el final de la lucha.
Un día hermoso acompañado del silencio, las aves, la hierba y sobre todo amigos
miércoles, 8 de octubre de 2008
Feriado y cometas en las Lomas de Lucumo
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10 comentarios:
very clever.
Confórmate con volar cometa Quea ,
asi como eres no hay flaca que te soporte.
Cinco dedos de furia
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